sábado, 23 de abril de 2011

~Capítulo 11~

-Alicia(madre): Laura, venga, despiértate -repetía mi madre una y otra vez a la vez que me zarandeaba.
-Yo: Mamá, ¿qué hora es? -pregunté medio dormida.

Miré el reloj.

-Yo: ¡Mamá! ¡Son las 09:30 de un sábado de verano! Eso solo puede significar dos cosas; que han venido los extraterrestres a robarme mi champú o que te has vuelto loca -giré la cabeza para ambos lados- Vale, no hay extraterrestres y mi champú sigue ahí, así que, ¡te has vuelto loca!
-Alicia: Laura, vamos, levántate. Te tienes que duchar y arreglar... y desayunar... pff, corre, que no nos da tiempo.
-Yo: ¿Qué no nos da tiempo a qué mamá? -pregunté confusa.
-Alicia: Venga, que no llegamos -dijo mirando su reloj.
-Yo: Pero, ¡¿qué no llegamos adónde?! -pregunté ya histérica.
-Alicia: Al instituto -contestó firmemente.
-Yo: ¿Al instituto? -pregunté extrañada.
-Alicia: Sí, al instituto, ese lugar al que se suele ir para estudiar, ¿sabes a lo que me refiero?
-Yo: ¿Ese lugar que tiene muchas habitaciones con mesas y sillas y algunas de ellas hasta con libros? -puse cara de espanto.
-Alicia: Sí, ese mismo -asintió.
-Yo: Mamá, sé que ahora no estamos en España, estamos en Canadá, y que hay cosas que cambian, pero, estoy segura de que en verano no hay que ir al instituto.
-Alicia: No, no hay que ir, hasta dentro de un mes no.

¿Solo un mes de verano? Entonces hoy es 15 de agosto. Imposible, mi madre encima de loca no sabe mirar un calendario. Ya me estoy viendo dentro de unos años llevando a mi madre a un psiquiátrico.

-Yo:¿Solo un mes?
-Alicia: Sí, solo un mes para estar haciendo lo que quieras, después al instituto, esa cárcel para menores de edad, según tú.
-Yo: Según yo, no, es la realidad.
-Alicia: Sí, hija, sí -me dijo mi madre tratándome como a una loca.
-Yo: En fin -me senté en la cama- entonces, ¿para qué vamos al instituto ahora?
-Alicia: Para reservar plaza.
-Yo: ¿Y yo tengo que ir?
-Alicia: Obviamente, sí. No te vendría mal saber donde está tu instituto.
-Yo: Pero mamá, ¿no puedes ir tú sola?
-Alicia: Tú vienes conmigo para que sepas donde está y no te pierdas que ya te imagino por ahí perdida -la miré con cara de asesina- Laura, venga, que llegamos tarde y no van a quedar plazas -insistió para que me diera prisa.
-Yo: Mamá, las plazas no se van a agotar, no son como las entradas de un concierto, a nadie se le ocurre madrugar para reservar plaza en un instituto, a NADIE.
-Alicia: Pues por lo visto me llamo Nadie, porque a mí sí se me ocurre . Bueno, yo estoy abajo haciéndote el desayuno, ve arreglándote -dijo cerrando la puerta tras ella.
-Yo: Vale -dije aunque mi madre ya no podía oírme.

Me duché y me arreglé. Me puse algo cómodo, unos vaqueros cortos, una camiseta de tirantes rosa y unas “converse” a juego con la camiseta. Ah, y el collar de Justin, que siempre lo llevo, igual que Justin lleva el que yo le regalé. Desayuné y acto seguido nos montamos en el coche.

-Yo: Mamá, ¿a qué instituto se supone que voy a ir?

Mi madre frenó, el semáforo estaba en rojo para los coches, indicándonos que no debíamos pasar aún.

-Alicia: Pues vas al St James -arrancó de nuevo.
-Yo: Me he quedado igual.
-Alicia: El instituto ese grande que se ve desde la carretera, al que van tus amigos.
-Yo: ¡Ah! ¡Al que van mis amigos! Mamá, ¿de verdad crees que no tenemos otra cosa mejor que hacer que hablar de institutos? No tengo ni idea de a que instituto van.
-Alicia: Bueno, da igual, la cosa es que conoces a gente del instituto.
-Yo: ¡Ah! ¡Ahora sí te entiendo!


Love me, love me,
say that you love me,
fool me, fool me,
oh, how you do me,
kiss me, kiss me,
say that you miss me … (8)




Vale. Mensaje de Justin.

-Alicia: ¿Quién es?
-Yo: Nada, un mensaje de Justin -dije mientras sacaba el móvil del bolsillo.
-Alicia: ¿Tienes canciones de tu novio en el móvil? -preguntó mirándome raro.
-Yo: Sí -me sonrojé.
-Alicia: Que hija más rara tengo -suspiró.

Hice caso omiso a su comentario y leí el mensaje.




<<Princesa, que a las 22:00 hay una fiesta en la casa de Chaz, ¿te vienes? Te ama, Justin.>>

Yo sonreí y le respondí.




<<¿Fiesta? Ahí estoy la primera. Sé que me amas no tienes que escribirlo Sñrto Bieber. Laura.>>

A los pocos minutos me llegó la respuesta.




<<Te escribo “Te amo” porque quiero que lo sepas, quiero que se te quede metido en tu cabecita;) ¿Sñrto Bieber? ¿De dónde sacas eso? Haha. ¿Te paso a buscar a las 21:30? TE AMO, sí, lo he escrito otra vez y las que me quedan. Tu Sñrto Bieber;)>>




<<Yo también te amo, tonto. Eh, sí, a las 21:30. ¿No te gusta Sñrto Bieber




<<Todo lo que tú digas me gusta:) ¿Dónde estás?. Justin.>>




<<Voy para el St James, ¿es tu instituto, no?>>




<<¿A coger plaza? Era mi instituto, pero ahora con la fama y eso, no sé si iré a un instituto. Te ama, Bieber>>




<<Espero que puedas venir al instituto, ¿quedamos después?. Laura>>




<<¿Para comer te viene bien?.Bieber>>




<<Me viene perfecto. Bueno, cariño, que ya he llegado, hasta las 14:00, ¿sí? .La Sñrta Bieber:)>>




<<Vale, a las 14:00 paso por tu casa. ¿Sñrta Bieber? No estaría mal, tal vez dentro de unos años. Te amo. Bieber>>




Cuando leí el mensaje sonreí, después guardé el móvil. Bajamos del coche y entramos al instituto, típico instituto enorme de película que piensas que solo son eso, institutos de película. Pasamos por el patio y todo estaba vacío, como bien yo ya sabía.

-Yo: Mamá, ¿ves? No hay nadie, te lo dije -me burlé.
-Alicia: Me da igual que haya gente o deje de haberla, la cosa es que si no hay gente, seguro que tendrás una plaza fija.
-Yo: ¡Yupi! ¡Ya tengo plaza en el instituto! -dije sarcásticamente.

Entramos por un pasillo que seguramente en días de clase costaría la vida misma pasar por allí y todo estaría alborotado y con mucho ruido, pero, en ese momento no se escuchaba nada, casi no se escuchaban nuestras pisadas. Leímos un cartel.




SECRETARÍA--->”




-Alicia: Ven por aquí.

Giramos hacia donde la flecha del cartel indicaba. Entramos a una habitación muy grande y espaciosa. Había cristaleras a través de las que se podía ver el patio, en una de las esquinas había una mujer con su hija y su hijo, que serían de mi edad. Les sonreí y nos acercamos a una mesa, tras la mesa había una mujer de unos 40 años, era baja y regordeta, tenía el pelo rizado, pelirrojo y por los hombros, tenía la piel pálida. En su chaqueta pude leer :<<Marie>>. Realmente aquella mujer daba miedo.

-Alicia: Buenos días, queríamos pedir plaza -dijo mi madre amablemente.
-Marie: Buenos días, sí, esperen aquí voy a por el formulario -aquella mujer se fue por un pasillo que había justo detrás de la mesa.
-Yo: Mamá, voy a sentarme allí -dije señalando unas sillas.
-Alicia: Vale.

Estaba allí sentada esperando a que Marie apareciera, mi madre rellenara el formulario y así poder irme con Justin. Los chicos que vi al entrar en la sala se acercaron.

-xXx: ¡Hola! Soy Sarah, y él es David -dijo señalando a su derecha.
-Yo: ¡Hola! Yo soy Laura, encantada -sonreí.
-David: Igualmente.

Sarah era rubia con los ojos marrones y de mi misma altura. David era de pelo corto y castaño con los ojos verdes y un poco más alto que nosotras.
Mientras que mi madre, la madre de David y Sarah, y Marie estaban a lo suyo, nosotros estuvimos hablando. Me contaron que no se habían mudado de ciudad, solo se habían cambiado de instituto, que David era un año mayor que Sarah, por lo que tenía 17 años para 18, nos dimos los teléfonos y nos dimos las direcciones.

-Sarah: Pues ya ves nuestro planazo para esta tarde, estaremos en casa y poco más, ¿y tú?
-Yo: Pues yo voy a una fiesta de unos amigos.
-David: Pues pasátelo bien.
-Yo: Lo haré, lo haré, oye, ¿por qué no os venís?
-Sarah: ¿Nosotros?
-Yo: Sí.
-Sarah: Ah, pues no sé si nuestra madre nos dejará, y además, ¿a tus amigos no les molestará?
-Yo: ¡Qué va!¡Cuánta más gente mejor!
David y Sarah se miraron y luego me miraron a mí.

-David&Sarah: Danos la dirección y allí estaremos.

Me reí cuando los dos dijeron lo mismo a la vez.


-David: A ver, entonces tenemos que ir a la plaza (…) y una vez allí, la primera calle a la izquierda, seguimos recto, pasamos por delante del skate park y seguimos tres calles más, ¿no? -dijo sin estar muy seguro de si lo decía bien.

-Yo: Más o menos -reí- pero, lo del skate park, por la cara, ¿no? -volví a reír.
-David: ¿No has dicho nada de un skate park?
-Sarah: ¡David, límpiate los oídos!
-Yo: Bueno, sí queréis, os digo que autobús coger y os deja en la puerta.
-Sarah: Sí, será mejor -rió.
-Yo: Vale, en la plaza donde os dije antes tenéis que coger el número 21, y en la sexta parada os bajáis, ¿sí?
-David: Intentaremos no perdernos.
-Sarah: Lo intentaremos -nos reímos los tres.


-Alicia: Venga Laura, que ya tienes plaza, vámonos.

-Yo: Vale -me levanté- ¡Adiós! ¡Hasta esta tarde!
-David&Sarah: ¡Hasta luego!

Llegamos a casa y eran las 14:30, ¡dios, había quedado con Justin a las 14:00! Lo llamé.




*LLAMADA TELEFÓNICA:




-Justin: ¿Sí?
-Yo: ¡Justin, lo siento! Es que acabo de llegar del instituto, lo siento.
-Justin: No te preocupes, lo suponía.
-Yo: Entonces...hasta las 21:30, ¿no?
-Justin: Sí. Señorita Bieber.
-Yo: -reí- Bieber, te quiero ver guapo esta noche, ¡eh!
-Justin: Yo siempre estoy guapo, princesa.
-Yo: ¡Creído!
-Justin: ¡Preciosa!
-Yo: ¡Estúpido!
-Justin: ¡Guapísima!
-Yo: ¡Creído!
-Justin: ¡Oh, te has repetido! ¡Eso no vale! He ganado -rió.
-Yo: ¿Quién ha dicho que estemos jugando?
-Justin: Yo.
-Yo: ¿Y quién eres tú para decir si jugamos o no?
-Justin: ¡Soy Justin, Justin Bieber!
-Yo: ¡Justin! ¡Dios mío! ¡Me sacas de mis casillas! -reí.
-Justin: Y te gusta -rió.
-Yo: Y me gusta -afirmé- bueno, pues hasta esta tarde Bieber.
-Justin: Adiós princesa -rió.




*FIN DE LA LLAMADA TELEFÓNICA:




Pasé el resto del día escuchando música y bailando en mi habitación, es decir haciendo un poco el tonto. Escogí lo que me iba a poner, era un vestido de palabra de honor negro, con unas cuñas negras y plateadas a juego con la cinta del pelo y las pulseras. El bolso también era plateado. A las 20:00 empecé a vestirme. 

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