sábado, 30 de abril de 2011

~Capítulo 15~

*NARRADO POR LAURA:



15 de septiembre. Empezaba el instituto. Me duché y me vestí, desayuné un plátano y esperé sentada a que llegaran los demás para ir todos juntos.
Desde que Justin se fue no he salido de casa. No salía con los chicos. Los primeros días me llamaban para quedar, pero después al escuchar siempre mi misma respuesta: “no, no tengo ganas”, dejaron de llamarme; aún así, quedamos para ir todos juntos al instituto.

¡DING-DONG!


Abrí la puerta y estaban todos esperando. Ryan y Caitlin estaban cogidos de la mano, al igual que Chris y Mónica, y Chaz y Sarah.




-Yo: ¡Hola! -cerré la puerta al salir.
-Todos: ¡Hola! -empezamos a caminar dirección al instituto.
-Yo: ¿Qué me he perdido? -le pregunté a David.
-David: Pues lo que ves, que están de novios, menos yo -rió.
-Yo: Ya encontrarás a alguien, seguro -reí.
-David: Ey, ¿por qué te ríes? -me dio un codazo.
-Yo: ¿Yo? Por nada, por nada... -volví a reír.



¡Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiing! ¡Por fin a mi casa! ¿Las clases?, ¿hace falta responder? Pues vale, respondo, A-BU-RRI-DAS, como siempre, pero más ahora que no hacía otra cosa que pensar que estaría haciendo Justin en ese momento.



*NARRADO POR JUSTIN:


Hacía quince días que no veía la sonrisa de Laura, quince días que no escuchaba su preciada voz, quince días sin oír su contagiosa risa, quince días sin probar el sabor de sus labios, hacía quince días que yo había dejado de vivir.

Hablábamos todos los días, sí, no lo voy a negar. Pero está claro que no es lo mismo, ni de lejos.
Ya había acabado los conciertos de Italia y Francia, y estaba en el aeropuerto para coger el avión rumbo a Londres.



*NARRADO POR LAURA:



Todas las parejas se fueron juntas, yo iba con David. Me sentía sola. Sin Justin y sin mis amigos. Por una parte me alegraba que David no tuviera novia, así no estaba sola. Egoísta, eso es lo que soy. Y por otra parte me gustaría que tuviera novia, porque, enamorarse, al fin y al cabo, es bueno.


-David: Yo estoy bien -sonrió- y... ¿qué tal tú?

-Yo: Yo... -suspiré- bueno, prefiero no pensar en ello.
-David: Entiendo, debe ser difícil, ¿no?
-Yo: No sabes cuanto, no sabes cuanto.


Baby (Justin Bieber, quiero decir, mi Justin) En menos de un segundo ya había pulsado el botón para contestar.



*CONVERSACIÓN TELEFÓNICA:



-Yo: ¡Justin!

-Justin: ¡Princesa! -en mi cara se dibujó una sonrisa- ¿Qué tal el primer día de clase?
-Yo: Aburrido...-suspiré- y tú, ¿dónde estás?
-Justin: En el aeropuerto, voy a Londres.
-Yo: ¡Qué bien!
-Justin: Ojalá pudiera decir lo mismo -un silencio se abrió paso en nuestra conversación.
-Yo: Justin, a mí tampoco me gusta estar lejos de ti -dije rompiendo el silencio.
-Justin: Lo sé princesa, lo sé.
-Yo: ¿Sabes si la gira se alargará? -tragué saliva.
-Justin: Pues, a decir verdad, no lo sé. Pero, lo más probable es que se alargue... un año -dijo con un tono de voz casi inaudible.
-Yo: Un año... mucho tiempo.
-Justin: Sí, mucho tiempo, demasiado tiempo.
-Yo: ¿Por qué no hablamos de algo más agradable, te parece bien?
-Justin: Me parece bien. Y... ¿qué tal los chicos? -David empezó a hacer gestos raros en modo de despedida, yo le respondí con un movimiento de brazo y giré por mi calle- ¿Estás ahí?
-Yo: Eh, sí, perdona, me estaba despidiendo de David. Pues, los chicos... son novios.
-Justin: ¿Quiénes?
-Yo: Ryan y Caitlin.
-Justin: Se veía venir.
-Yo: Chris y Mónica
-Justin: ¿En serio?
-Yo: Sí, en serio -reí- y Chaz y Sarah.
-Justin: ¿Y David?
-Yo: No, David no tiene novia, que yo sepa -llegué al porche de mi casa, saqué las llaves y abrí la puerta. Subí a mi habitación.
-Justin: Pues me alegro por los chicos.
-Yo: Sí, yo también -me tumbé en la cama.
-Justin: ¿Qué haces ahora?
-Yo: Estoy tumbada en la cama, estoy muerta. ¿y tú?
-Justin: Estamos facturando las maletas, bueno, ESTÁN, yo estoy al lado encapuchado hablando contigo -rió.
-Yo: Me alegro de que estés hablando conmigo. Las maletas pueden esperar.
-Justin: Eso digo yo -reímos. Escuché unas voces que llamaban a Justin- Laura, lo siento, me tengo que ir, ya hablaremos -dijo con un tono de voz apagado- Te amo.
-Yo: Vale Justin, ya hablaremos, te amo más.
-Justin: Já, que te lo crees tú.
-Yo: Pues es verdad, eh -protesté como una niña pequeña. Justin rió. Otra vez lo llamaban.
-Justin: Vale, vale, tú me quieres más... -rió- bueno, ya sí que me voy que de tanto llamarme me van a gastar el nombre.
-Yo: Vale, adiós. Hasta mañana.

*FIN DE LA LLAMADA TELEFÓNICA:

Hablaba pocos minutos con Justin al día, pero esos minutos eran los mejores del día.



23 Octubre, 2011:


Los días pasaban y cada vez eran más rutinarios, mis días se resumían en: Ir a clases, comer y dormir, fin. Y a veces lo de comer me lo saltaba, no tenía hambre.

Ya apenas hablaba con Justin, una o dos veces por semana y cuando hablábamos no era por más de cinco minutos. Es lo que tiene que tu novio sea el ídolo juvenil del momento y esté un año y medio recorriendo mundo y sin veros.
A veces llegaba a pensar que hubiera sido mejor no continuar nuestra relación, haberla finalizado, o simplemente, haberla pausado, darnos un tiempo, al menos hasta que volviera de la gira. Pero, eso, por mi parte, es imposible, yo no hubiera sido capaz de ponerle un fin, no, no hubiera sido capaz.
Pero, todo era tan confuso... si Justin hubiera querido dejarlo, lo hubiera entendido.



17 Diciembre, 2011:


Mis lágrimas no cesaban, caían y caían resbalando por mi rostro, intenté parar de llorar sin éxito, no sé que me pasaba, no podía parar. Las lágrimas seguían saliendo de mis ojos y estas rodaban por mis mejillas hasta llegar a mis labios y notar su salado sabor. Tenía dolor de cabeza de tanto llorar y la cara roja. Me tumbé en la cama y pensé en todo. ¿Por qué? Eso era lo único que merodeaba por mi cabeza. ¿Por qué? ¿Por qué me ha hecho esto?, ¿Acaso le he hecho yo algo? Primero, dejamos de llamarnos con tanta frecuencia, después no nos llamábamos, bueno, quiero decir, no me llamaba porque yo lo llamaba siempre, todos los días, pero él nunca podía ponerse al teléfono, y ahora, ¿esto?

Noté un punzante dolor en la parte izquierda del pecho, en el corazón. Era como si no pudiera respirar.
Lo único que quería, era gritarle al mundo: ¿¡POR QUÉ!?, pero tenía un nudo en la garganta que me lo impedía. Cerré los ojos e intenté dormir un rato para calmarme.



*SUEÑO:



Estaba en un prado, no, no estaba en un prado, estaba en EL prado, el mismo prado al que Justin me llevó cuando hicimos un mes. Todo seguía igual, con la excepción de que, esta vez, estaba sola, no estaba Justin.
Bajé a la orilla del lago y vi a Justin, este se giró y me miró.


-Justin: ¡Laura ven!



Yo, no sabía por qué, pero estaba asustada, aún así me acerqué a él.



-Justin: ¡Venga, métete en el agua conmigo!



Me aproximé poco a poco hasta que mis pies empezaron a mojarse, seguí más adentro hasta que el agua me cubría las rodillas.

De repente, todo empezó a dar vueltas, yo me mareé y me caí. Cerré los ojos deseando que todo parara de inmediato. Abrí los ojos y no estaba en el prado, estaba en una especie de túnel, todo estaba oscuro, no podía ver nada.


-Yo: ¿Justin? -pregunté. No hubo respuesta- ¿Justin? -dije esta vez en un tono de voz más alto. Escuché un ruido a mis espaldas, me giré y pude contemplar una luz brillante y cegadora, aparté rápidamente la vista. Mis ojos se clavaron en el lago, estaba otra vez en el prado. Justin seguía en el lago, yo volví a acercarme, pero Justin no estaba solo, con él había una chica, y estaban besándose. Quería llorar, pero mis ojos no derramaron ni una sola lágrima, no eran capaces. Me acerqué y la vi, la vi a ella, vi a Kayla. Yo solo grité y ahora sí, las lágrimas corrieron por mi cara. Justin y Kayla, que estaban de espaldas, se giraron y me vieron. Kayla sonrió y Justin se limitó a mirarme a los ojos con una mirada inquietante para luego mirar a los de Kayla y besarla.




*FIN DEL SUEÑO:



-Alicia: ¡Laura despierta! ¿Qué pasa? -preguntó asustada. Abrí los ojos y empecé a llorar de nuevo, me abalancé sobre mi madre y la abracé con fuerza, deseando que ese abrazo no acabara nunca- ¿Has tenido una pesadilla?
-Yo: Eh, sí...
-Alicia: Vale relájate, y cuando quieras baja a cenar.
-Yo: No, no quiero cenar.


Mi madre salió de mi habitación y recordé por qué lloraba, no lloraba por el sueño, no, lloraba por lo que me pasó antes de dormir.




[ ESA MAÑANA ]


Estaba viendo la tele y dijeron: “tenemos una exclusiva, tenemos fotos de Justin Bieber con su nueva novia” Yo reí, seguramente sería alguna fan loca que lo abrazó al verle. Fui a cambiar de canal y salieron unas imágenes de Justin con una chica, por la playa y cogidos de la mano.




-Presentador: Esta chica es Kayla, la cantante del momento, igual que Bieber tiene 17 años y está arrasando por Europa y Norteamérica. Ya se les ha visto varias veces juntos, el pasado 27 de noviembre los vimos salir de un restaurante de alto nivel en Dublín -salió dicha imagen- también los vimos muy cariñosos en el vestíbulo del hotel de Berlín -mostraron la imagen- los hemos visto en muchísimos más sitios, pero, ahora vamos a mostrar la imagen que llevamos esperando desde hace tanto -en la pantalla se podía ver una imagen de Justin y Kayla besándose. Mi corazón se rompió en dos, ¿en dos? ¡No! En millones y millones de trocitos, comencé a llorar y antes de que pudiera apagar la televisión, salió un fragmento de una entrevista a Justin.


-Reportero: Y... Justin, ¿qué tal con Kayla?

-Justin: ¿Kayla?
-Reportero: Sí, sí, Kayla, la joven cantante que será tu telonera en tu gira. Esa con la que estás saliendo, porque... ¿estáis saliendo, no?
-Justin: Sí, salimos a la calle como cualquier persona normal.
-Reportero: No, no, quiero decir que sois novios.
-Justin: ¿Novios? -el reportero asintió. Justin suspiró- sí, somos novios desde el 27 de noviembre.



Apagué la tele y subí a mi habitación entre llantos y sollozos.


[ TIEMPO ACTUAL ]



Otra vez la misma pregunta, ¿por qué? ¿Que he hecho yo? Si se había cansado de mí, sería muy considerado por su parte que me hubiera dicho que no quería seguir siendo mi novio.


Cuando ya estaba más tranquila bajé a por un vaso de agua.



-Alicia: Laura, tengo algo que decirte -sonrió.

-Yo: Sorpréndeme.
-Alicia: Justin viene el 9 de enero a Toronto a dar un concierto, si quieres podemos ir a verle, ¿sí?
-Yo: ¿Qué? ¡no!
-Alicia: ¿Por qué no?
-Yo: Porque no y punto -subí a mi habitación y me acosté.



Las navidades pasaron lentas y familiares, de esas que dices “sí, son mi familia, pero... a ver si se va cada uno a su casa” No recibí ninguna llamada de Justin en todo ese tiempo solo un mensaje en Año Nuevo que decía: “Feliz Año Nuevo” y ya está, así de soso.
Era 9 de enero. Sí, hoy era el concierto de Justin en Toronto, sí, iba a ir pero única y exclusivamente para hablar con él de lo que hizo ya que él no me contesta a las llamadas.
El concierto empezaba a las 20:30 y acababa a las 22:30, llegamos a las 20:00 pero no pudimos ver a Justin porque estaba ensayando. Él cantó todas sus canciones, también estaban Sean Kingston (Eenie Meenie), Jaden Smith (Never Say Never) y Kayla (sustituía a Jessica Jarrell en Overboard). Nosotros estuvimos en el backstage, mis padres vieron el concierto, yo no, yo me puse los cascos y estuve conectada a Internet desde mi móvil. El concierto había acabado, ya casi no quedaba gente. Sentí una mano en mi hombro, me giré y vi a Pattie, a la que tampoco veía desde hacía poco más de cuatro meses.


-Pattie: Laura, ¡cuánto tiempo sin verte! -me abrazó.

-Yo: Sí, desde finales de verano -le seguí el abrazo.
-Pattie: ¿Te ha gustado el concierto?
-Yo: Eh... sí, me ha gustado mucho -disimulé.
-Pattie: Ah, Justin está en su camerino, no sabe que has venido.
-Yo: Vale, ahora iré. Hasta luego.


Iba por los pasillos cuando me choqué con alguien.



-xXx: Eh, perdón -se disculpó.

-Yo: No pasa nada -levanté la mirada y vi a Kayla.
-Kayla: Hola -sonrió- soy Kayla, la novia de Justin ¿y tú? -eso me dolió. “la novia de Justin”.
-Yo: Eh, soy Laura, la novia de -mierda, ¿novia de quién?- la novia de... del primo de Justin.
-Kayla: Ah, encantada. Ya nos veremos -siguió hacia su camerino.



Yo seguí caminando hasta que llegué a una puerta que ponía: “JUSTIN”. Cogí aire y llamé a la puerta.



*NARRADO POR JUSTIN:


Estaba cambiándome de ropa cuando llamaron a la puerta. ¡TOC-TOC!




-Justin: Un momento -me puse bien los pantalones y abrí la puerta.


Laura, Laura estaba en la puerta, yo no supe reaccionar, ella pasó dentro y cerró la puerta.



*NARRADO POR LAURA:



Justin abrió la puerta y no dijo nada, así que yo pasé y cerré la puerta. Justin solo tenía puesto unos pantalones. Se había cortado el pelo, lo que le hacía parecer más mayor.

Nadie hablaba. Había un silencio muy incómodo. De esos que no sabes como rehuir.


-Yo: Hola -dije seca.

-Justin: Hola -respondió.


Otra vez ese molesto silencio, pero yo no iba a callarme, no.



-Yo: ¿No piensas decir nada?

-Justin: ¿Como qué?
-Yo: Ah, pues no sé, como ¿qué tal?, ¡cuánto tiempo sin vernos!, te he echado de menos, te quiero, te odio, SIENTO TENER OTRA NOVIA SIN HABERTE AVISADO... -grité histérica.
-Justin: ¡Laura, no me grites!
-Yo: ¡No me grites tú a mí! -se me saltaron las lágrimas.
-Justin: Laura, yo... -suspiró- yo... ya no te quiero.
-Yo: Lo sé, y dudo mucho que me hubieras querido alguna vez -abrí la puerta- Adiós, hasta nunca.
-Justin: Laura, yo... puedo explicártelo...
-Yo: No, guárdate tus palabras. Olvídame, ¿vale? Yo también te olvidaré, lo prometo.
-Justin: Pero, Laura, yo no puedo ni quiero olvidarte.
-Yo: Justin, lo que has hecho... me dolió mucho, y tú nunca me has querido, así que, olvídame. Ya nos veremos cuando vuelvas a Canadá dentro de un año. Pero nosotros -cogí aire- ya no somos nada. Adiós -cerré la puerta tras mí mientras que las lágrimas recorrían mis mejillas.



Salí de su camerino y me fui en busca de mis padres para irnos ya a casa.
En el camino de vuelta a casa estuve observando como pasaban los coches a nuestro alrededor, como brillaban las estrellas y como cada vez estaba más lejos de Justin.
Cuando llegamos subí a mi habitación y cogí el móvil, tenía un mensaje de Justin. Cuanto tiempo hacía que no recibía un mensaje de él.


<<Laura, lo siento, de verdad, creéme. Te juro que puedo explicarlo, pero no ahora, cuando acabe la gira, por favor. Justin>>




A lo que respondí:



<<Justin, de nada me sirven tus excusas. Para mí, ya no existes. Laura>>



Leí el mensaje varias veces y después pulsé el botón de “enviar”. Enviado.
No esperaba una respuesta, pero Justin respondió.


<<Si de verdad me quieres o me has querido me dejarás explicarme dentro de un año, cuando la gira haya acabado. Justin>>




Yo no respondí. Me puse el pijama, me metí en la cama y esperé a que el cansancio me venciera. 

domingo, 24 de abril de 2011

~Capítulo 14~

 1 Septiembre, 2011.


*NARRADO POR JUSTIN:

-Yo: ¡Joder, joder y joder! ¿¡Cómo c*ño le cuento esto a Laura!? -grité con impotencia.
-Pattie: ¡Justin! ¡Esas palabras!
-Yo: ¡Mamá, me dan igual las p*tas palabras! -derramé unas lágrimas- ¿Es que no me comprendes?
-Usher: No le hables así a tu madre -dijo a la vez que posaba su mano en mi hombro- Sí que te comprende.
-Yo: ¡Lo siento! ¡Pero es que me es imposible!
-Usher: Tú elegiste ser cantante, nadie te obligó.
-Yo: Y no me arrepiento de mi decisión -dije serio.
-Usher: Justin, ser cantante tiene sus pros y sus contras, y esto es una contra. Tienes que aceptarlo.
-Yo: Pero es que son seis meses, ¡SEIS MESES!
-Pattie: Si no se alarga -susurró.
-Yo: ¿Cómo que si no se alarga? -pregunté confuso.
-Pattie: Pues que si todo sale bien durante los primeros tres meses, se alargará.
-Yo: ¿Cuánto se alargará?
-Usher: Pues depende de como de bien te vaya. Pueden ser seis meses más o un año más.
-Yo: ¿¡Qué!? ¿Estáis locos? Pues claro que estáis locos, no pienso estar tanto tiempo sin ver a Laura.
-Usher: ¡Justin, siempre puedes renunciar! Nadie te obliga a ser cantante, NADIE, nadie te obliga a ser famoso, NADIE, nadie te obliga a hacer giras mundiales, NADIE.
-Yo: Tú me estás obligando.
-Usher: Yo no te obligo, si no quieres hacer la gira, adelante, no la hagas, pero entonces tu carrera musical se irá al garete. Y lo más importante, destrozarás a miles de fans.
-Yo: La gira sí la voy a hacer, pero no sin ella.
-Pattie: ¿Cómo?
-Yo: Pues Laura se viene conmigo.
-Pattie: No, Justin no.
-Yo: Sí, mamá sí.Laura se viene conmigo.
-Usher: Justin, no es una buena idea. Apenas la verás, -le interrumpí.
-Yo: ¿Y es que la voy a ver cuando ella esté aquí y yo viajando por el mundo?
-Usher: Déjame terminar. No la vas a ver esté contigo o no. Por eso, ¿no crees que es mejor que se quede aquí con sus amigos? Sin los paparazzi,
sin fans locas que la quieran matar porque está saliendo contigo...
-Yo: No, he dicho que viene conmigo y vendrá conmigo.
-Usher: Eres un egoísta, solo piensas en tu felicidad, no en la suya.
-Yo: Bah -salí de allí.

Me fui del estudio directo a mi casa.Estaba harto. ¿Una gira mundial? ¿seis meses? ¿si no se alarga? Hace tres meses estaría dando saltos de alegría por esta gran oportunidad, pero, ahora que conozco a Laura, no.

-Chaz: ¡Hey Justin! -alzó el brazo para chocar las manos. Yo no le correspondí- ¿Qué te pasa?
-Yo: Nada, da igual -seguí caminando. Chaz vino detrás de mí y me cogió del brazo.
-Chaz: No, no da igual. Venga, suéltalo.
-Yo: De verdad, que no es nada.
-Chaz: Tú sabrás lo que haces -se encogió de hombros y siguió caminando a mi lado.
-Yo: Chaz, tu casa está en la otra dirección.
-Chaz: Lo sé, no voy a mi casa.
-Yo: Entonces, ¿adónde vas?
-Chaz: Voy contigo hasta que me cuentes que pasa.
-Yo: No pasa nada -dije con firmeza.
-Chaz: Venga, ya. Te conozco desde hace muchos años y sé que te pasa algo, cuéntamelo.
-Yo: Me voy de gira -suspiré.
-Chaz: Te has ido de gira miles de veces, ¿cuál es el problema?
-Yo: Es una gira mundial, seis meses, sin Laura.
-Chaz: Ah, conque es por Laura... Pues, llévala contigo.
-Yo: Es lo que voy a hacer. Pero, Usher y mi madre piensan que no es una buena idea.
-Chaz: Nunca les haces caso, ¿por qué te importa ahora lo que dicen? -reímos.
-Yo: Porque esta vez, creo que tienen razón -dije ahora serio- y no es por ellos, es por Alicia, ¿y si no deja que Laura venga?
-Chaz: Inténtalo, no puedes perder nada.
-Yo: Gracias bro -le di un abrazo- Me voy a casa de Laura -cambié de dirección.
-Chaz: Vale. ¡Adiós! -se despidió a mis espaldas.

Fui a casa de Laura pensando en todas las cosas que podría decirle a su madre para que le dejara venirse conmigo. Llamé al timbre. Abrió Laura.

-Laura: ¡Justin! -sonrió.
-Yo: Sí, sí, hola. ¿Dónde está tu madre? -dije entrando a la casa.
-Laura: Me encanta cuando mi novio pasa de mí para ir con mi madre -susurró a la vez que cerraba la puerta y entraba al salón.
-Yo: ¿Qué?
-Laura: Nada, nada. Mi madre creo que fue a comprar algo para el instituto, ¡solo quedan quince días de vacaciones! ¡quince! -dijo aterrorizada, después reímos.
-Yo: Tengo que contarte algo.
-Laura: Dime.
-Yo: Me voy de gira durante seis meses.

*NARRADO POR LAURA:

¿Qué? ¿que se va? ¿de gira? ¿durante seis meses? Me quedé ahí, de pie, pasmada, sin decir absolutamente nada. Ninguna palabra. Ningún suspiro. Ningún gesto. Pero por mi cabeza pasaban miles y miles, y quizá millones de pensamientos. Pensamientos de TODO tipo.En algunos había alegría por él, es su sueño; en otros, tristeza por mí; también odio, sí, odio, pero no sé si hacia Justin, hacia su carrera musical, hacia su gira... no lo sé, simplemente odio. Y por mi mente pasaban muchísimos más pensamientos, algunos, hasta se pasaban dos veces, o incluso más. Miré a Justin, este ni siquiera me miraba. Se me saltaron las lágrimas.

-Justin: Eh, princesa, tranquila -pasó sus dedos por mi pelo- no va a pasar nada, tú vienes conmigo -sonrió. Pero yo, empecé a llorar aún más- Por eso buscaba a tu madre, habrá que preguntárselo. Y podrás conocer cientos de ciudades, lo pasaremos en grande -me enjugué las lágrimas.
-Yo: Justin, no. Sabes que mi madre no me dejará. Yo no quiero separarme de ti.
-Justin: Ni yo de ti, princesa, ni yo de ti.

Escuchamos la cerradura, mi madre entraba. Pasó al salón y cuando me vio con la cara roja de haber estado llorando se acercó.

-Alicia: ¿Qué pasa? -dijo asustada.
-Yo: Justin se va.
-Alicia: ¿Adónde?
-Justin: Me voy de gira, seis meses.
-Alicia: ¡Eso es fantástico! Así te conocerán por todo el mundo -sonrió.
-Justin: Sí, pero no podré ver a Laura, y quizá se alargue la gira seis meses o un año más -hizo una pausa, cogió aire y dijo- ¿Puede venir Laura conmigo? -mi madre lo miró extrañada- No le pasará nada, se lo juro, la cuidaré y si conmigo no es suficiente, tengo guardaespaldas. Además tengo una profesora particular que puede darle clases a ella también.
-Alicia: ¿Quién va contigo?
-Justin: Mi madre, mi mánager, el productor, los del estudio....
-Alicia: Vale -suspiró- pero ten mucho cuidado.
-Justin: Claro -vino hacia mí y me dio un fuerte abrazo y un dulce beso- ¡Genial! Es usted la mejor madre del mundo entero -mi madre rió.

No me lo creía, ¿mi madre había dicho que “vale”? ¡Venga ya! ¡Laura despiértate! Después de la que lió por lo del instituto, no creo que me dejara ir tan fácilmente, o ¿sí?
Justin y yo estábamos paseando por el parque, eran las 20:30.

-Yo: ¿Y cuánto te vas de gira?
-Justin: VAMOS -sonrió.
-Yo: Oh, sí, perdón, se me hace raro. ¿Cuándo nos vamos de gira?
-Justin: Mañana por la mañana. A las 09:30 tomamos el vuelo dirección Milán.
-Yo: ¿Mañana? ¡No tengo las maletas hechas!
-Justin: No te preocupes, conque te lleves lo básico basta.
-Yo: ¿Y voy siempre con la misma ropa? -lo miré mal y riendo.
-Justin: ¡No! -rió- Te podrás comprar ropa, vamos a ir por un montón de ciudades, seguro que podemos sacar algún tiempo para que compres ropa, seguro -sonrió.
-Yo: ¿Y después de Milán?
-Justin: Roma.
-Yo: ¿Roma? Eso también está en Italia.
-Justin: Lo siento -rió- pero en algunos países doy dos o tres conciertos.
-Yo: Y entonces, ¿después de Italia?
-Justin: París en Francia -sonrió.
-Yo: ¡Oye! Que no sé mucho de Geografía, pero sé donde está París -lo miré mal y le di un pequeño codazo, Justin simplemente rió.

Seguimos caminando por el parque y hablando sobre la gira, de las ciudades que visitaríamos, de lo que haríamos... A las 21:15 llegamos a mi casa.

-Yo: ¡Adiós, hasta mañana! -le di un beso y un abrazo.
-Justin: ¡Adiós preciosa! -reí y entré en casa.

-Yo: ¡Mamá! -grité.
-Alicia: ¡Dime! -contestó.
-Yo: ¡Me voy mañana! ¡me voy mañana! ¡me voy mañana! (8) -canté e hice un estúpido baile que me inventé sobre la marcha.
-Alicia: Ay, hija, cada día me preocupas más -rió.

Pasé de su comentario y subí a mi habitación a hacer mi maleta. Me da igual lo que me hubiera dicho Justin, yo sin mi maleta no voy a ningún sitio. Empecé a meter cosas y decidí meter el portátil para matar el tiempo mientras que Justin estuviera en entrevistas, firmas de discos, ensayando, o simplemente descansando. Antes de guardarlo decidí ver el correo. Vale, tenía unos doscientos mensajes de desconocidos de todo el planeta, que a saber como habían conseguido el correo y para qué. Leí un mensaje.

<<Sicilia, Italia. 29 Agosto, 2011.
¿Tú eres la novia de Justin Bieber? Pues ni se te ocurra pisar mi país, porque no sales viva. Estás avisada.
                                                                                                                 Elena>>

<<Copenhague, Dinamarca. 27 Agosto, 2011.
No serás la novia de Justin Bieber, ¿verdad? Pues más te vale no serlo. Como seas su novia, cámbiate la cara, el nombre y múdate de país, porque voy en busca tuya, GUARRA.
                                                                                                                  Karen>>


<<Manchester, Inglaterra. 1 Septiembre, 2011.
Espero que duermas con un ojo abierto, te será de gran ayuda, porque yo, junto a todas las fans de Justin, vamos a por ti, estés donde estés. P*TA.
                                                                                                                  Emily>>

<<Bilbao, España. 24 Agosto, 2011.
Eres española, ¿no? Pues chica, estás dejándonos a todas las beliebers españolas como unas p*tas, lo que tú eres. Y espero que eso de que tú y Justin sois novios sea un rumor de muy mal gusto. Pero con todas las fotos en las que salís besándoos, estoy empezando a creer que es verdad. Así que, bonita, aléjate de Justin que es alérgico a las ZORRAS;)
                                                                                                                    Paola>>

Y así seguían todos los mensajes.Empecé a llorar, ¿en serio piensan eso de mí las fans de Justin? El que más me dolió fue el de la chica española, ¿de verdad por mi culpa estoy dejando a las beliebers españolas como unas p*tas? Seguí llorando, esto me superaba. No era como cuando te peleas con alguien de tu instituto, no, de eso puedes pasar o intentar hacerle ver que no eres como piensa. Pero, no puedo pasar de medio planeta ni mucho menos intentar que cambien de opinión, me llamarían manipuladora, o cualquier cosa por el estilo. Al final, después de tanto pensar y pensar, agotada de llorar, me dormí.
¡Pi-pi-pi-pi-pi! Despertador. Me levanté, eran las 06:30, me duché, me volví a poner el pijama y desayuné. Estuve viendo la tele, aunque a esas horas de la mañana, no había mucho que ver: Teletienda o Playhouse Disney. A las 08:30 llamaron al timbre, supuse que sería Justin. Y sí, era Justin.

-Justin: Princesa, vamos que tenemos que... ¿Qué haces sin vestir? -preguntó confuso.
-Yo: Yo... es que, verás... -derramé unas lágrimas- Justin, yo no voy.
-Justin: ¡¿Qué?!
-Yo: Justin, lo siento, pero no voy -seguía llorando.
-Justin: ¿Por qué? -unas lágrimas empezaron a cubrirle el rostro.
-Yo: Ey, Justin, no llores -le limpié las lágrimas con las yemas de mis dedos, a la vez que yo seguía llorando- No voy, porque tus fans te quieren ver al cien por cien, dándolo todo, y si yo voy estarás más pendiente de nosotros que de ellas -le abracé.
-Justin: Pero, Laura, si todo sale bien estaremos un año y medio sin vernos, y eso es mucho, muchísimo tiempo.
-Yo: Justin, eres muy creído, ¿de verdad crees que eres el mejor y por eso te van a salir los conciertos fantásticos? -reí desganadamente.
-Justin: Laura, si te das prisa, todavía puedes venir, por favor, no me hagas esto.
-Yo: Justin, a mí también me duele, y mucho. Pero, es lo mejor, y los dos lo sabemos -nos dimos un fuerte abrazo y nos besamos.

-Justin: Laura, te voy a llamar TODOS los días.
-Yo: No esperaba menos.
-Justin: Y me contestarás, siempre.
-Yo: Siempre -prometí- pero ten cuidado a que hora llamas que con el cambio de hora de cada país...
-Justin: Intentaré que estés libre a la hora que te llame.
-Yo: Vale -le besé, otra vez.
-Justin: Prométeme que si tienes algún fin de semana libre, vendrás a verme.
-Yo: Pues claro.

¡PI-PÍÍÍ! Era el coche de Justin.

-Yo: Parece que te tienes que ir.
-Justin: Sí, eso parece.

Nos dimos un fuerte abrazo acompañado de un largo beso. Ese beso significaba “Hasta... hasta que nos volvamos a ver” Nos separamos y Justin fue corriendo al coche mientras se despedía con el brazo. Le dije “adiós” y me quedé ahí bastante tiempo, hasta el mediodía. Lo supe porque el sol brillaba radiante, los pájaros piaban con alegría y el cielo azul estaba resplandeciente; aunque, en mi mundo, el sol ya no brillaba, los pájaros no piaban y el cielo, ni de lejos estaba azul.

No le dije a Justin el verdadero motivo por el que cambié de opinión. No quería que desconfiara de sus fans, no, eso nunca.
Estuve todo el día triste, sumida en mis pensamientos, aveces lloraba, pero prefería no hacerlo, debía ser fuerte, ¿no? Sí, debía ser fuerte, o al menos, intentarlo.

-Alicia: ¡La cena ya está! -gritó desde la planta baja.

Yo no dije nada. Simplemente seguí tumbada en mi cama mirando al techo con la mente llena de nublosos pensamientos. La puerta se abrió.

-Alicia: Laura, te he dicho que la cena ya está.
-Yo: No te oí -mentí- de todas formas, no tengo hambre.
-Alicia:Es por Justin, ¿verdad? -yo no contesté- Has hecho lo correcto, sé que lo quieres, pero es un simple amor de verano -le interrumpí.
-Yo:¡¿Qué??! ¡Eso nunca! Lo que nosotros sentimos no es un simple rollo de verano -dije furiosa.
-Alicia: Vale, tal vez no, o tal vez sí. Pero sea o no un simple rollo de verano, no merece la pena dejar todo de lado para irte con él, todavía eres pequeña, conocerás a más gente, y sentirás lo mismo o incluso más de lo que sientes por Justin.
-Yo: No creo.
-Alicia: No si eres tan cerrada de mente. El mundo no se ha acabado, Laura.
-Yo: Para mí, sí. Mi mundo es Justin. Y sin Justin, no tengo un mundo donde vivir.

Mi madre se fue y cerró la puerta tras ella. Yo cerré los ojos e intenté dormir, cosa que me resultó realmente difícil.

*NARRADO POR JUSTIN:

Llegamos a Milán a las 19:30, sí, el trayecto fue muy largo, cansino y desesperante. Nos fue imposible llegar al hotel con tantas fans, pero al final, después de dos horas conseguimos salir del aeropuerto, atravesar toda la ciudad y llegar al hotel. En todo momento estuve pensando en Laura, y después de todo, creo que tenía razón. No me hubiera gustado que tuviera que haber atravesado todas esas calles con tantas fans.
A las 22:00 me dormí, o eso intenté.

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Gracias por leeer! Me encantaaais chicas(:
Ah, agregadme al reserva “Reserva Justin Biieber Beliieber” Por si la gente se vuelve a aburrir y le da por denunciar otra vez:D Já! Pues ahora me rio en su cara! Qe guardé los capitulos! Hahahaha & encima ahora tengo el blog! Asi qe, qe le den a qien me denunciara! Hahahaha(:
Chicas pedidme el siguiente en TUENTI(: & uniros a la pagina de la novela, esque he hecho una nueva porque la otra como la hice desde el otro tuenti, a lo mejor desaparece, ni idea-.-” Pro por si acaso, vosotras uniros(:
& opinad! Recomendadme! &MUCHISIMAS GRACIAS! Las mejores lectoras de TOOOOOOOOOOOOOOOOODO el planeta(L)


Recomendaciones:

Espe Never Let You – Sara Belieber Forever – Paula Lovebieber – Marta Novelasbieber – Alejandra Vicent Salvador – Andrea Addison B-ever – Caitlin Saborafresa – Ana Russo Drew – Novela Madeleine Williams – Elisa Marina Biebersmile – Sara Mis Historias -When You I smile – Andrea Fernandez Perez – Eunice Valdivia Dreamwithbiebs -

sábado, 23 de abril de 2011

~Capítulo 13~

-Juan: ¡Laura, a cenar! -exclamó mi padre.
-Yo: No tengo hambre -respondí.

Ya era de noche. Sí, había pasado toda la tarde nadando. Intentando relajarme y aclarar mis pensamientos. Salí de la piscina, me sequé con la toalla y miré el móvil. Dos llamadas perdidas de Justin y un mensaje.



<<Laura, te he llamado 2 veces y no me lo coges, no sé si estás enfada (que lo entendería) o que no has podido cogerlo. Por favor, llámame cuando puedas. Un beso. Bieber>>





No tenía ganas de hablar con Justin ni con nadie. Solo tenía ganas de dormir y descansar, mañana ya hablaría con Justin. Subí a mi habitación, me puse el pijama y me metí en la cama.




Tú dices “blanco”,
yo digo “negro”,
tú dices “voy”,
yo digo “vengo”.
Miro la vida en color,
y tú en blanco y negro...(8)

Me desperté con la canción de Malú (Blanco y Negro), lo que significaba que alguien me llamaba. Sí, ya había cambiado la melodía. Miré la pantalla del móvil. Era David.




*LLAMADA TELEFÓNICA:




-Yo: ¡Hola!
-David: ¡Hola!
-Yo: ¿Qué tal?
-David: Bien, bien. Pero, te llamaba para decirte que tienes que hablar con Justin lo antes posible.
-Yo: ¿Por qué?
-David: Porque lleva desde el otro día pegado a mí llorando, contándome que no se acuerda de lo que pasó, que lo hizo sin querer, que te quiere...
-Yo: Que hubiera pensado mejor lo que hizo.
-David: Venga ya, Laura, si lo quieres, se nota.
-Yo: Que lo quiera no significa que lo vaya a perdonar tan fácilmente.
-David: Pero aunque sea habla con él, ¿no?
-Yo: No sé, ya veré.
-David: Hoy vamos a ir todos (Ryan, Chaz, Chris, Caitlin, Sarah, Mónica, Justin y David) al parque, si quieres vente y hablas con él -hizo una pausa- ¿Sí o no?
-Yo: No sé lo qué voy a hacer.
-David: Bueno, como quieras, nosotros vamos a estar desde las 19:30 hasta las 22:00, ¿vale?
-Yo: Vale.
-David: Adiós Laura.
-Yo: Adiós David.




*FIN DE LA LLAMADA TELEFÓNICA:




Me levanté, me vestí y bajé a desayunar. Después subí para usar el ordenador. El móvil comenzó a sonar. Lo cogí y lo miré. Justin. Colgué.
A los pocos minutos volvió a sonar, otra vez Justin. Y yo, otra vez colgué.
Así estuvimos como diez minutos más. Volvió a sonar.

-Yo: ¡El niño este es tonto! ¿No se da cuenta que le estoy colgando? -grité en mi habitación- ¡Dios mío!

Cogí el móvil y pulsé el botón de contestar.




*LLAMADA TELEFÓNICA:




-Yo: ¡Justin! ¿¡Qué!? -grité.
-Justin: Laura, ¿podemos hablar? -preguntó apaciblemente.
-Yo: ¡Ya estamos hablando! -grité.
-Justin: Laura, hablar en serio, sin gritos.
-Yo: ¡Y sin bofetadas! -recalqué.
-Justin: Y sin bofetadas -afirmó y acto seguido suspiró- ¿podemos hablar?
-Yo: De lo único de lo que yo tengo que hablar contigo es de la palabra “ACOSAR” Que es lo que llevas haciendo conmigo toda la mañana. Me han llegado más llamadas tuyas hoy que en toda mi vida.
-Justin: Y podría haber seguido hasta que te apeteciera coger el teléfono -hizo una pausa- Entonces, ¿podemos hablar?
-Yo: No, Justin, no tengo ganas de hablar.
-Justin: ¿Y en otro momento?
-Yo: Tal vez -colgué.




*FIN DE LA LLAMADA TELEFÓNICA:




Sí, estaba claro que teníamos que hablar, eso podía mejorar las cosas o empeorarlas, pero se aclararían. Pero en ese momento, estaba enfadada después de que Justin hubiera estado toda la mañana llamándome, ya hablaríamos en otro momento.
Pasé el día en mi habitación pensando, pasando el rato, no salí, solo para comer y para ir al baño. Tenía sueño. Miré el reloj. Las 21:00. ¡Qué asco de día! No he hecho nada, todo el día en mi habitación.
Decidí ir a dar una vuelta por ahí para estirar las piernas y dormir más tranquila. Estaba paseando por la calle cuando me acordé de lo que me dijo David: “Hoy vamos a ir todos al parque, si quieres vente y hablas con él” ¿Voy o no voy? Ahora no sé qué hacer. Bueno, yo voy y ya veré si hablo con Justin o no. Llegué al parque y estaban todos sentados riendo como locos, miré a Justin que estaba mirando al suelo. ¡Pobre! ¿Pobre de qué? ¡Qué te pegó y bien! Bueno sí, pero...

-Caitlin: ¡Laura! -se levantó y vino corriendo a darme un abrazo.
-Yo: ¡Hola! -le seguí el abrazo.
-Ryan: ¿Qué es eso? -preguntó mirándome la cara.

¡Mierda, todavía tenía la cara roja! O sea, que solo lo sabíamos David, Justin y yo.

-Yo: ¿El qué?
-Chaz: Tienes la cara roja.
-Yo: ¿Qué dices?
-David: Será que se ha maquillado mal, ¿no, Laura? -dijo cubriéndome.
-Yo: Sí, será eso -miré a Justin y este bajó la mirada.

Nos sentamos de nuevo todos en el banco. Ryan, Chaz y Chris estaban discutiendo por tonterías mientras que los demás nos reíamos.

-Chris: Pero, ¡qué es en serio! Si los planetas no son planos, ¿por qué se llaman planetas?, ¿no se tendrían que llamar “redondetas” o algo así?
-Ryan: Chris, déjate de tonterías. Chaz ¿a que está diciendo tonterías?
-Chaz: Pero tiene razón, a ver Ryan, los planetas, son redondos, ¿no? -Ryan asintió- pues por eso se tendrían que llamar “redondetas” para llamarse planetas, tendrían que ser planos.
-Ryan: ¡Ostias, es verdad!
-Chris: ¡Eso ha sido un fallo monumental! Tendremos que ir a protestar al Gobierno, o al sitio donde pongan los nombres.
-Chaz: Pues sí, eh.


El resto no podíamos parar de reír. Cada uno siguió a su bola haciendo lo que quería. Blanco y Negro (Malú). Un mensaje.



<<Hija, ¿dónde has ido?. Mamá>>


Respondí.





<<Estoy en el parque con los chicos>>


Al rato me llegó otro mensaje. ¡Joder, con mi madre! ¿Qué demonios quiere?





<<Te has cambiado la melodía, ¿por qué?. Justin>>


Pues al parecer, no era de mi madre, era de Justin. Lo miré y apartó la mirada.





<<Las canciones pasan de moda. Laura>>




<<¿Las mías también? Justin>>




<<Las tuyas las primeras. Laura>>




<<Laura, ¿dejamos los mensajes y hablamos bien? Justin>>

Me levanté, me acerqué adonde estaba Justin y tiré de su brazo. Nos alejamos de los chicos y nos fuimos a una pequeña plaza con una fuente que había en el parque.

-Justin: Joder, ¿tan fuerte te di? -dijo rozando sus dedos contra mi mejilla. Yo me encogí de hombros- Laura, lo siento mucho, de verdad, nunca hubiera hecho eso de estar sobrio. Te lo prometo -se acercó a mí.
-Yo: Sé que si no hubieras estado borracho, no lo hubieras hecho, pero el problema es que lo hiciste -le miré a los ojos.
-Justin: Sí, lo hice, pero me arrepiento, ¿vale? Y me arrepentiré el resto de mis días -dijo muy serio mirándome a los ojos.
-Yo: Tampoco te pases -reí- no hace falta que te arrepientas por el resto de tus días.
-Justin: ¡Por fin ríes! -sonrió- bueno, entonces, ¿me perdonas?
-Yo: Justin, yo, sí te perdono, pero no sé si estaremos como antes, ya sabes, de novios -bajé mi mirada al suelo.
-Justin: No te preocupes -levantó mi cara- podemos ser amigos con derecho a roce.
-Yo: Justin, -lo miré- no -reí- o todo o nada.
-Justin: Pues eres tú la que decide, si por mí fuera, ya sabes la respuesta.


-Yo: Justin, -cogí a Justin de la chaqueta y lo acerqué a mí dejándole a unos escasos tres centímetros de mis labios- Justin, bésame.


Justin se acercó y rozó sus labios con los míos. Tranquilidad. Seguridad. Respeto. Eso es lo que marcaba el beso de Justin.

-Yo: Que no se vuelva a repetir.
-Justin: Nunca jamás de los jamases. Te lo prometo -cruzó sus dedos y los besó. Yo reí, parecía un niño chico.
-Yo: Te creo.
-Justin: Te amo.
-Yo: Yo más.


Nos abrazamos. Y dimos un paseo por el parque después cada uno se fue a su casa. Justin me acompañó. Al fin llegamos.


-Yo: Adiós -le di un pequeño beso en los labios- Te amo.
-Justin: Tú, espérate, yo también te amo y todo lo que tú quieras, pero, ¿qué has hecho con mi collar? -me encogí de hombros- Mañana te lo quiero ver puesto.
-Yo: Sí, señor -hice el típico movimiento de mano que hacen los soldados.
-Justin: Y otra cosa -le miré a los ojos riéndome- ¿tú crees que te puedes despedir con ese seco beso de tu novio? -reí.
-Yo: Anda, ven.

Se acercó y nos fundimos en un gran beso, un beso de verdad. Después se fue, entré a mi casa y fui a mi cama, no sin antes ponerme el collar de Justin. Fue un día de discusiones y reconciliaciones.