domingo, 28 de agosto de 2011

~Capítulo 30~


*NARRADO POR LAURA:

En cuanto acabé de hablar con Justin por el móvil, me tumbé en el sofá. Cogí el mando de la tele y empecé a poner canales. No había nada interesante. Apagué la tele y cogí el ordenador. Lo encendí, me metí en Twitter y en mi correo. No tenía nada nuevo, aparte de miles de mensajes de chicas que querían matarme. Aunque ya no eran tantos como al principio, había bastantes mensajes que decían que apoyaban nuestra relación. Eso me reconfortaba. Además, hace algún tiempo Justin dijo en una entrevista “Laura es parte de mi vida. Si no la respetáis a ella, no me respetáis a mí” palabras textuales.
Después de estar un rato haciendo el tonto con el ordenador, me quedé dormida.

*NARRADO POR DAVID:

Raquel estuvo durmiendo toda la tarde, aunque de vez en cuando se despertaba. Yo estuve todo el rato en la cama de al lado viéndola dormir. Eran las 21h y Raquel se despertó.

-Yo: Raquel.
-Raquel: Dime -dijo un poco ronca por haber estado llorando.
-Yo: Me voy a ir ya, ¿vale?
-Raquel: Claro -sonrió- Te acompaño abajo.
-Yo: No, no. Quédate aquí, sigue descansando.
-Raquel: Uf, no puedo descansar más -rió- Venga, te acompaño.
-Yo: Vale -sonreí.

Bajamos al salón, Laura y Caro estaban allí. Aunque cada una en un extremo del sofá. Estaban muy distantes entre sí. Carlos estaba en la cocina.

-Laura: David, ¿te vas ya?
-Yo: Sí.
-Laura: ¿No quieres quedarte a cenar?
-Yo: No, gracias.
-Laura: ¿De verdad que no?
-Yo: De verdad -sonreí- no tengo hambre.
-Laura: Mmm, te tendré que creer -rió.

Era una de las pocas conversaciones que había tenido con Laura desde que cortamos. Aún la quería, y mucho. Pero yo sabía que ella no era para mí más que una amiga. Tendría que conformarme con eso.

-Raquel: ¿David?
-Yo: Eh, ¿qué? Perdón, no te escuchaba.
-Raquel: No pasa nada -rió- decía que... ¿vas a venir mañana? -preguntó aquello último demasiado rápido y con un hilo de voz prácticamente inaudible.
-Yo: Eh, no sé. ¿Quieres que venga?
-Raquel: No sé, ¿tú quieres venir?
-Yo: Sí -sonreí- vengo mañana, ¿no?
-Raquel: Vale -sonrió.
-Yo: Pues me voy ya, adiós -me despedí de Raquel con un beso en la mejilla y de los demás con un leve movimiento de cabeza. Abrí la puerta y salí.

*NARRADO POR LAURA:

-Carlos: Raquel, ¿quieres cenar?
-Raquel: Mmm, no tengo hambre.
-Carlos: Venga, tómate algo.
-Raquel: Bueno, tráeme una manzana.

Carlos fue a la cocina y después volvió con una manzana que le dio a Raquel. Esta la cogió y se fue arriba, a su habitación.

-Caro: Laura, ¿podemos hablar?

Miré a Carlos, este pilló la indirecta y se fue arriba para dejarnos hablar solas.

-Yo: Claro -me encogí de hombros.
-Caro: Bueno, verás... creo que antes me pasé contigo.
-Yo: Yo.. -me interrumpió.
-Caro: Espera, déjame acabar. Te dije que intentabas ligar con Carlos, pero sé que es mentira. Tú no eres así. Y... si quisieras algo con Carlos, como tú dijiste antes, no lo harías ahora, y dejarías a Justin. Lo siento, Laura. No sé qué me pasó.
-Yo: No pasa nada -sonreí- pero tú, igual que yo, sí sabes qué te pasó.
-Caro: No vayas a decir lo que creo que vas a decir.
-Yo: Sí -asentí- celos.
-Caro: Te dije que no lo dijeras.
-Yo: Pero es la verdad.
-Caro: No es verdad.
-Yo: Sí es verdad. Te gusta Carlos, desde siempre. Admítelo. Se te nota mucho, todo el mundo lo sabe.
-Caro: ¿Todo el mundo? Carlos, no.
-Yo: Bueno, pero ya sabes que él es un poco... ¿estúpido? Sí, estúpido. Lo digo con cariño, eh -reí.
-Caro: Bueno, vale, sí, me gusta -reconoció.
-Yo: ¡Lo sabía! -exclamé- ¿sabes? Hacéis buena pareja.
-Caro: No creo.
-Yo: Te digo yo que sí.
-Caro: Bueno da igual. Lo que quería decirte es que lo siento, y ya está.
-Yo: Vale, no te preocupes -sonreí y acto seguido, la abracé.

A la mañana siguiente me desperté por el sonido de mi móvil. Con los ojos cerrados y medio dormida, alcé mi brazo sobre la mesa intentando encontrar el móvil. Entreabrí un poco los ojos y vi quien llamaba, Justin.

*LLAMADA TELEFÓNICA:

-Yo: Hola, cariño.
-Justin: Hola, princesa. ¿Te he despertado?
-Yo: Mmm, ¿te soy sincera? Sí, me has despertado -reí.
-Justin: Laura, lo siento.
-Yo: Bah, no te preocupes. ¿Qué hora es?
-Justin: Eh, las doce y media.
-Yo: ¿Tan tarde? -grité.
-Justin: No es tan tarde -rió.
-Yo: Ya, pero suelo despertarme a las... diez o así -reí- bueno, ¿qué querías?
-Justin: Pues nada, saber si puedo ir a tu casa.
-Yo: Claro -reí- ¿por qué preguntas?
-Justin: Es para hablar con Carlos y Raquel y como ayer no me dejaste.
-Justin: Vale, bueno, ¿voy ya?
-Yo: Supongo que ya están despiertos, ven ya. Adiós, Justin.
-Justin: Hasta dentro de cinco minutos, princesa.

*FIN DE LA LLAMADA TELEFÓNICA:

Me levanté de la cama y fui al baño. Después bajé, fui a la cocina y me hice el desayuno: cereales con leche. Cogí el vaso con cereales y fui al salón. Caro, Raquel y Carlos ya estaban despiertos, estaban viendo la tele.

-Caro: ¡Buenos días! -sonrió.
-Yo: Hola -sonreí.
-Raquel: Tus padres se fueron esta mañana a no sé dónde. Creo que iban a estar todo el día fuera.
-Yo: Ah, qué bien.

Me senté en el sillón, pero justo cuando lo hice sonó el timbre. Justin, seguramente. Fui a abrir la puerta y, sí, era Justin.

-Yo: Hola -sonreí y lo besé.
-Justin: Hola, ¿todavía estás en pijama?
-Yo: Sí, ¿te recuerdo que alguien me ha llamado hace cinco minutos y me ha despertado?
-Justin: Ah, es verdad. Lo siento.
-Yo: No pasa nada -sonreí- pasa.

Justin entró y fue al salón, donde le dije que estaban Raquel y Carlos. Me senté sobre el sillón y, ahora sí, empecé a desayunar.

-Justin: ¡Hey, hola!
-Caro: ¡Hola!
-Raquel: ¡Hey! -sonrió.

Carlos no le saludó, la única vez que habló con Justin también fue así de borde, pero dadas las circunstancias, nadie dijo nada al respecto.

-Justin: A ver, quiero hablar con vosotros -señaló a Raquel y a Carlos.
-Caro: ¿Me voy?
-Justin: ¡Claro que no! -rió- Bueno, a lo que iba, que ya sé lo de vuestro padre. Lo siento mucho.
-Raquel: No te preocupes, no tiene nada que ver contigo.
-Justin: Bueno, pues Laura me dijo que no había vuelos disponibles a España hasta dentro de un par de semanas, ¿no?
-Carlos: Sí, y ¿qué quieres?
-Justin: Mmm, tengo un Jet privado. Os lo puedo dejar para que viajéis a España. Si queréis, claro.
-Raquel: ¿En serio?
-Justin: Claro -sonrió- y después, cuando vuestro padre ya esté mejor, también podéis volver en el Jet, para continuar las vacaciones.
-Raquel: ¡Justin, gracias!
-Carlos: Gracias -dijo seco. Aunque que él agradeciera algo, era demasiado.
-Justin: Podéis ir a España cuando queráis, a partir de mañana. Hoy le harán revisiones.
-Raquel: Entonces, ¿mañana podemos ir?
-Justin: Sí -afirmó- solo tenéis que decirme sobre qué hora os iréis.
-Raquel: No sé. Carlos, ¿a qué hora?
-Carlos: Por la mañana, ¿no?
-Raquel: Como quieras -se encogió de hombros.
-Carlos: Justin, ¿podemos salir sobre las doce?
-Justin: Claro.
-Carlos: Pues mañana a las doce salimos para España.
-Raquel: Bueno, pues me voy a hacer la maleta, que sino después no tengo ganas -rió y subió a hacer su maleta.
-Carlos:Yo también -se levantó- Gracias, Justin.

Subió y fue hacia la habitación de Caro y Raquel, donde estaba su maleta.

-Justin: Laura.
-Yo: Dime -giré la cabeza hacia él.
-Justin: ¿Vamos a dar una vuelta?
-Yo: Claro -sonreí.
-Justin: Te cambiarás de ropa, ¿no? -me miró raro.
-Yo: No, voy a ir con mi pijama de Mickey Mouse -lo miré mal- pues, ¿tú que crees? -reí.
-Justin: Menos mal -rió.
-Yo: Perdona que te diga, pero mi pijama es muy bonito, eh -reí- bueno, espérame voy arriba a cambiarme, ahora vuelvo -le di un pequeño beso.

Fui a la cocina, dejé el vaso y subí a mi habitación.[YOUR HAND HERE, LEED SU NOVELA:)] Me puse una camiseta morada con unos vaqueros cortos y unas supras también moradas. Me maquillé un poco y me planché el pelo. [Y YA QUE ESTOY... LEED LO DE ABAJO, QUE CASI NUNCA LO LEÉIS ¬¬ OS QUIERO;)]Tardé unos treinta minutos. Bajé.

-Yo: Justin, vámonos.
-Justin: Venga, vamos -sonrió. Se levantó del sofá y me cogió de la mano- Adiós -se despidió de Caro y de Raquel y Carlos, que ya estaban abajo.

Salimos y fuimos hacia la casa de al lado, la suya.

-Yo: ¿Vamos a tu casa?
-Justin: No, voy a por las llaves del coche. Ahora vengo -sonrió.

Entró a su casa a por las llaves, mientras tanto yo esperé afuera. Al cabo de cinco minutos Justin salió.

-Justin: Laura, ya estoy. Móntate en el coche.

Nos montamos en el coche. Bonito coche, por cierto. Y Justin arrancó.

-Yo: Bueno, y ¿adónde vamos? Me tienes intrigada.
-Justin: Eh... no lo sé, no he pensado nada. Esperaba que escogieses tú -rió.
-Yo: Ah -reí- pues, no sé, ¿a dónde quieres ir?
-Justin: Princesa, yo tampoco sé. Me da igual.
-Yo: ¡Ay, que me has dicho princesa! -lo besé.
-Justin: Como te digo siempre -rió.
-Yo: Lo sé. Eres más mono -reí.
-Justin: Bueno, ¿quieres ir al centro comercial?
-Yo: Claro -me encogí de hombros- pero tenemos dos problemas.
-Justin: Sórprendeme.
-Yo: No tengo dinero. Y, habrá fans locas -reí.
-Justin: Lo del dinero no es problema, yo sí tengo. Mmm, las fans... -puso cara de pensativo- vale, eso sí es un problema -rió.
-Yo: Entonces... podemos ir a otro sitio, si quieres.
-Justin: No. Nosotros somos una pareja normal.
-Yo: A ver, sí, una pareja normal sí somos -reí- pero tú eres famoso, ya sabes...
-Justin: Da igual, intentaré camuflarme.
-Yo: ¿Camuflarte? -reí- eso tengo que verlo.

En unos diez minutos llegamos al centro comercial. Justin aparcó.

-Justin: Laura, entra por la puerta de delante. Yo entraré por la de atrás, por la de los cines, ¿vale? Es para no llamar demasiado la atención.
-Yo: Vale -sonreí- ¿te veo en cinco minutos en frente del cine?
-Justin: Sí -sonrió. Y yo lo besé.

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