viernes, 13 de mayo de 2011

~Capítulo 17~

10 Marzo, 2013:

Subí a mi habitación y miré el móvil. Un mensaje de Sarah.



<<Laura, estamos en casa de Ryan, ven. Sarah>>



Me vestí y salí de mi casa para ir a la de Ryan. Hacía un día magnífico. Estábamos a 10 de marzo y ya mismo comenzaría la primavera. Esa época del año en la que los jóvenes enloquecen. Pero, es normal, hace buen tiempo, el instituto está acabando... Cuando llegué al jardín de casa de Ryan, Sarah abrió la puerta y vino corriendo a abrazarme.


-Yo: ¡Hola, Sarah! -continué el abrazo.

-Sarah: ¡Hola! -dijo dándome dos besos.



Entramos a la casa. Y estaban David, Chris, Chaz y Ryan sentados en el sofá viendo la tele. Caitlin y Mónica estaban en una mesa jugando al parchís.



-Yo: ¿Hola? ¿Qué se supone qué hacéis? -miré la televisión- ¿baba de caracol? ¿por qué veis un anuncio de baba de caracol?; ¿acaso vais a comprarla? -miré a Caitlin y a Mónica- ¿Parchís? Creía que ese juego ya no existía, ya nadie juega. Ah, no, espera, jugáis vosotras.
-Sarah: ¿Ves? Por eso te dije que vinieras, llevan así toda la mañana, y yo aquí aburrida.
-Yo: No te preocupes, te compadezco.
-Sarah: Oh, gracias amiga -nos abrazamos y luego reímos.
-Yo: Yo me voy a ir al parque, ¿os venís?
-Sarah: ¡SÍ! -gritó con ganas.
-David: Venga, vale.



Salimos, y fuimos paseando hacia el parque, yo me acerqué a David.



-Yo: David, ¿tan interesante estaba el anuncio de la baba de caracol que ni siquiera me has saludado?
-David: Pues... para ser sinceros...
-Yo: Ah, que el anuncio es más interesante que yo, ¿es eso? -David se calló- ¡David! -protesté como una niña pequeña- ¡qué me hagas caso!
-David: Pues claro que tú eres más interesante que ese estúpido anuncio -sonrió.
-Yo: ¡Ay, si es que no te puedo querer más! -lo besé.



Fuimos paseando hasta el parque, una vez allí nos sentamos en un banco y estuvimos hablando.



-Chris: ¡Qué asco! Mañana es lunes y hay que ir al instituto -puso cara de asco.
-Yo: Sí, y... ¿qué le hago yo?
-Chris: Es que... uff, ¡no lo soporto!
-David: Pues nosotros acabamos el instituto este año. Ah, no, Chris tiene que seguir yendo durante dos años más -rió.
-Sarah: Sí, y Mónica también.
-Ryan: Eso os pasa por ser más pequeños.
-Chaz: ¿Y qué culpa tienen ellos de ser más pequeños? -rió.
-Ryan: ¡Pues yo que sé! -rió.
-Caitlin: Bueno, que Chris y Mónica tienen que seguir yendo al instituto -rió- pero nosotros ya tenemos 18 años, y nos quedan menos de tres meses de instituto.
-Yo: Habla por ti, yo hasta noviembre sigo teniendo 17 años.
-Sarah: Pero también es tu último año de instituto.
-Yo: ¡Sí, qué ilusión! -sonreí.
-Caitlin: ¡Joder, cómo han pasado los años desde que viniste! -exclamó contenta.
-Yo: Solo han sido tres años.
-Chaz: No te motives, que han sido dos -me corrigió.
-Yo: ¿Qué no me motive de qué? -reí.



Estuvimos hablando de todo lo que había cambiado desde que llegué y las cosas que hacíamos antes y, obviamente, hablamos de Justin.
A las 21h cada uno se fue a su casa, ya que al día siguiente teníamos que ir al instituto.
Al día siguiente las clases se me hicieron lentas y aburridas. Lo único que quería era que sonara la campana para poder irme con David que estaba en la clase de al lado. Después de acabar el examen sorpresa de Biología, escuchamos el sonido más esperado por todos los alumnos de cualquier instituto, la campana.



-Yo: ¡Por fin! -salí de clase.
-Caitlin: ¡Odio a este profesor con todas mis ganas! -sacó su móvil de la mochila- ¿Un examen sorpresa? ¿A quién se le ocurre? Pues a él, ¿a quién sino?
-Yo: Pero es que nunca pone exámenes, alguna vez tenía que poner alguno.
-Caitlin: Pero podría haber avisado.
-Yo: Caitlin, no ha sido tan difícil.
-Caitlin: Eso lo dices tú que eres muy lista.
-Yo: Sí, eso ya lo sé.
-Caitlin: Creída -me miró mal. Yo reí- no te rías que no te he contado ningún chiste -volvió a mirarme mal y yo volví a reír.
-Yo: Bueno Caitlin, no te habrá salido tan mal, un cinco sacarás, ¿no?
-Caitlin: Si la pregunta que ponía “nombre, curso y fecha” vale cinco puntos sí, sino no -reí.
-Yo: ¿No has escrito nada? -grité.
-Caitlin: Sí he escrito.
-Yo: ¿Aparte de la fecha, el nombre y el curso? -puso cara de estar pensando.
-Caitlin: No, aparte de eso no.
-Yo: ¡Caitlin, era un examen tipo test! Podrías habértelo inventado, seguro que algo acertabas.
-Caitlin: Bah, yo paso -sonrió.


Fuimos a la clase de al lado donde estaban los demás. Cuando salieron yo fui directa a David y Caitlin fue directa a Ryan. Sarah y Chaz salían de la mano. Tenían mucha suerte, estaban en la misma clase.

Al final del pasillo vimos a Mónica y Chris que también estaban en la misma clase y venían cogidos de la mano.
Salimos del instituto y cada uno fue a su casa. Por la tarde quedamos en casa de Chaz para “estudiar” lo que quería decir que íbamos a hacer cualquier cosa excepto eso, excepto estudiar.



-Yo: ¿Qué hacemos?
-Chris: ¿Vemos una película?
-Mónica: Vale -se encogió de hombros.
-Ryan: ¡Chaz! ¿Qué películas tienes?
-Chaz: No sé, decidme una a ver si la tengo.
-David: ¿Saw?
-Caitlin: Eh... NO.
-Sarah: ¿El diario de Noah?
-Yo: ¡Sí! Me encanta.
-David: Va a ser que... no -sonrió.
-Mónica: Si vosotras no queréis películas de miedo, y ellos no quieren películas románticas... ¿una de risa?
-Chaz: ¿Cuál queréis?
-Chris: ¿Tienes “Esta abuela es un peligro 2”?
-Chaz: No sé, espera -rebuscó en el armario y al final encontró la película.
-Ryan: Pues ya está, vemos esa.



Pusimos la película y estuvimos toda la tarde viéndola y riéndonos.



-Chris: ¡Increíble! No me cansaré de verla jamás. Es buenísima.
-Yo: Sí, será por el gran argumento que tiene... -dije con ironía.
-Chris: ¡Qué te calles! Que a mí me gusta.
-Yo: Que borde -sonreí.
-Chris: Como tú -sonrió ahora él.
-Yo: Sí, sí, lo que tú digas -le sacudí el pelo con mi mano como a un niño chico.
-Chris: Hey, deja mi pelo -se colocó bien el cabello y se sentó alejado de mí. Yo reí.
-Yo: Que tonto eres, en serio.
-Chris: Sí, sí, lo que tú digas.
-Yo: ¿Qué pasa? ¿Qué no tienes suficiente imaginación como para decir tus propias frases? Porque eso lo he dicho yo antes, eh.
-Chris: Estúpida.
-Yo: Gracias -sonreí.
-Chris: ¿Gracias? -preguntó confuso.
-Yo: Sí, gracias.
-Chris: Vale, estúpida, no. Rara, sí -rió.
-Yo: Vale, como quieras -reí.



¡RING-RING! Sonó el teléfono de casa de Chaz. Lo cogí.


-Yo: Chaz, ¿puedo responder yo? Por favor, por favor -supliqué como una niña pequeña, los demás rieron.

-Chaz: Bueno, si te hace ilusión.
-Yo: ¡Bien! -exclamé.


*LLAMADA TELEFÓNICA:




-Yo: ¿Sí?
-xXx: ¿Chaz?
-Yo: Eh... no.
-xXx: ¿Quién eres?
-Yo: ¿Quién eres tú?
-xXx: ¿Quién eres?
-Yo: Eso ya lo has preguntado antes, ¿no? -reí.
-xXx: Creo que sí -rió.
-Yo: Pues... yo soy... la niñera de Chaz -Chaz me miró con cara de “¿qué dices?”- y ¿tú?
-xXx: ¿Niñera de Chaz? Creo que me he equivocado de teléfono -reí.
-Yo: No, no te has equivocado, supongo. Y..., repito, ¿quién eres?
-xXx: Soy Justin, un amigo de Chaz -tras escuchar eso, sin pensármelo dos veces, colgué.



*FIN DE LA LLAMADA TELEFÓNICA:



Tristeza. Añoranza. Nostalgia. Y muchos otros sentimientos se apoderaron de mí, pero, en concreto, el odio. Odio por todo lo que me había hecho sufrir esa persona que antes tanto quería y ahora, nada. Odio por la persona por la que antes habría dado mi vida y ahora no daría ni los buenos días.
Me quedé en blanco cuando dijo que era él. Había hablado con Justin y no había reconocido su voz. Si no la reconocí, tal vez, es porque ya lo olvidé. Pero, ¿él tampoco reconoció mi voz? ¿también me había olvidado? Y qué más da, si él para mí ya no existe.


-Chaz: Laura, ¿quién era?

-Yo: Eh... no sé, se habían equivocado.


*NARRADO POR JUSTIN:



¿Perdona? Llamo a casa de Chaz y hablo con... ¡a saber con quién he hablado! Y va, y me cuelga. Cogí el teléfono y marqué el número de Chaz.



*LLAMADA TELEFÓNICA:



-xXx: ¿Sí?

-Yo: ¿Quién c*ño te crees que eres para colgarme el teléfono?
-xXx: ¿Justin?
-Yo: Sí, ¿quién eres tú?
-xXx: Chaz.
-Yo: ¿Quién cogió antes el teléfono?


*NARRADO POR CHAZ:



Llamaron de nuevo. Cogí el teléfono.



*LLAMADA TELEFÓNICA:




-Yo: ¿Sí?
-xXx: ¿Quién c*ño te crees que eres para colgarme el teléfono?
-Yo: ¿Justin?
-Justin: Sí, ¿quién eres tú?
-Yo: Chaz.
-Justin: ¿Quién cogió antes el teléfono? -miré a Laura. Estaba pálida y con la mirada perdida. ¿Había colgado porque era Justin? ¿Se había puesto así porque era él?
-Yo: ¿Antes? Antes no has llamado.
-Justin: Sí he llamado. Yo he hablado por teléfono.
-Yo: Pues te habrás equivocado, aquí no has llamado.
-Justin: Si tú lo dices...
-Yo: ¿Y qué querías?
-Justin: Pues he llamado para deciros que mañana vuelvo a Canadá, la gira se ha acabado -lo noté feliz.
-Yo: ¡Eso es genial! Cuando vengas nos vamos por ahí de fiesta, eh.
-Justin: Ni lo dudes -reímos.
-Yo: Justin, me voy. Es que estoy con todos los demás y no los voy a dejar solos y yo hablando contigo.
-Justin: Bueno... vale. ¡Pero!
-Yo: ¿Pero...?
-Justin: Pero, no les digas que voy mañana. Quiero que sea una sorpresa.
-Yo: Vale -reí- adiós bro.
-Justin: ¡Hasta mañana!



*FIN DE LA LLAMADA TELEFÓNICA:



*NARRADO POR LAURA:



Cuando Chaz hablaba por teléfono con Justin escuché a Chaz decir que Justin no había llamado antes, eso me agradó. No sabía por qué lo había dicho, pero, lo importante es que lo había dicho.



-Chaz: Laura ven, quiero hablar contigo -asentí.



Subimos a su habitación y dejamos a los demás abajo hablando y viendo la tele. Seguramente ni se percataron de que habíamos subido.



-Yo: ¿Qué?
-Chaz: ¿Por qué le colgaste a Justin?
-Yo: Te he dicho que antes se equivocaron, no era Justin.
-Chaz: Oh, vamos Laura, ¿acaso parezco tonto? -me miró- ¿sabes qué? Mejor no contestes -rió- En serio, ¿por qué le colgaste?
-Yo: Pues... para ser sinceros... no lo sé. Simplemente colgué.
-Chaz: ¿Lo sigues queriendo?
-Yo: No -reí.
-Chaz: ¿Estás segura?
-Yo: Pues claro -no le mentía, era la verdad. Yo ya no quería, ni amaba, ni nada a Justin.
-Chaz: Vale, vamos abajo.
-Yo: No, espérate -le cogí del brazo para que se pusiera en frente mía.
-Chaz: ¿Qué?
-Yo: ¿De qué habéis hablado tú y Justin?
-Chaz: ¿Nosotros? Eh... de nada -disimuló.
-Yo: Chaz, ¿te digo algo? Nunca serás actor. No sabes actuar.
-Chaz: Bueno, es que, mañana vuelve Justin de su gira. Y supongo que iremos al aeropuerto a recogerlo. No se lo digas a los demás.
-Yo: ¿Sí? ¡Qué bien! Lo deseo.
-Chaz: ¿En serio? -preguntó extrañado.
-Yo: Sí, de verdad, me gustaría arreglar las cosas con él.
-Chaz: Me alegro. Bueno, me voy con los demás.
-Yo: Vale -sonreí. Chaz bajó.



¿De verdad cree que voy a ir a recogerle al aeropuerto? Ja-ja Pues que espere sentado. Yo a ese no voy a hablarle, ni a mirarle, ni a respirar el mismo aire que él. Que se vaya con Kayla a cualquier sitio, pero lejos de mí, por supuesto.
Bajé y ya se iban todos, así que yo también me fui. Llegué a mi casa y tenía un mensaje de Chaz.


<<Recuerda, mañana después del instituto vamos a por Justin. Chaz>>



Sí, sí, y después de ir a por Justin me compro un elefante amarillo para que me lave la ropa. Que tonterías dice Chaz, tonterías muy tontas, por cierto.




Me acosté y a la mañana siguiente me desperté, me vestí, desayuné y fui a clases.
¿Las clases? Aburridas, como siempre. Me estoy cansando de esta pregunta, siempre tiene la misma respuesta. Al salir del instituto David, Chaz, Sarah, Mónica, Chris, Caitlin y Ryan estaban esperándome.



-Yo: ¡Hola! -los saludé y besé a David- ¿Qué pasa?
-Ryan: Que Chaz nos va a decir algo y estábamos esperando a que llegaras.
-Chris: Venga Chaz, dilo ya.
-Chaz: Que Justin viene hoy, concretamente dentro de una hora y media. Me dijo que no os lo dijera, que era una sorpresa, pero... ¿Por qué no le damos la sorpresa nosotros a él?
-Caitlin: ¡Qué bien! Podemos ir a recogerle al aeropuerto.
-Mónica: Sí.
-Chaz: Es que eso es lo que vamos a hacer, así que ahora os vais a vuestra casita, coméis y en una hora y media nos vemos en el aeropuerto.



Cada uno se fue a su casa. Llegué, comí unos macarrones con tomate riquísimos y me tumbé en el sofá. Me quedé dormida viendo “Made: Quiero cambiar” en MTV. Me desperté con el tono de mensaje del móvil.


<<Chaz le ha llamado 14 veces, la última llamada fue recibida a las 18:04. Tiene un mensaje de voz.>>




Escuché el mensaje de voz.



<<Laura, ¿dónde estás? Llevamos un rato esperándote, Justin está a punto de llegar. Y te hemos llamado un montón de veces. ¿Te ha pasado algo? Cuando oigas el mensaje llámame a mí o a David. Adiós>>


¿Qué creía? ¿qué iba a ir al aeropuerto? Pues ya ha visto que no.

Cogí el teléfono y llamé a David.



*LLAMADA TELEFÓNICA:



-David: ¡Hola!
-Yo: Hola, mi amor.
-David: Estamos todos en casa de Ryan, ¿dónde estás?
-Yo: Estoy en mi casa.
-David: ¿Por qué no has venido a recoger a Justin?
-Yo: Porque paso de cualquier cosa que tenga que ver con él. Además me quedé dormida.
-David: Laura, ¿no se supone que lo superaste? Es más, fui yo el que te ayudó a superarlo.
-Yo: ¿Lo de Justin? ¡Está más que superado!
-David: ¿Entonces?
-Yo: Pues que me cae mal.
-David: Lo que tú digas.
-Yo: ¿No pensarás que me sigue gustando Justin, no?
-David: Pues no sé yo.
-Yo: ¡David, no seas estúpido!
-David: Mejor hablamos en otro momento no quiero discutir contigo, adiós.
-Yo: Yo tampoco quiero discutir contigo. Adiós.



*FIN DE LA LLAMADA TELEFÓNICA:



Salí de mi casa y me dirigí a casa de Ryan. Iba a hablar con David. Era una estupidez nuestra supuesta discusión.
Llamé a la puerta. Abrió Caitlin.


-Caitlin: ¡Hola! ¿Por qué no vinistes a recoger a Justin?

-Yo: Hola, eh... te lo cuento después ¿y David?
-Caitlin: En el salón con los demás.


Fui al salón. Dije un simple “hola” que no iba dirigido a nadie, simplemente por educación. Cogí a David de la mano y salimos afuera.




*NARRADO POR JUSTIN:



Cuando llegué al aeropuerto estaban todos, todos excepto a Laura, la entendía, pero me dolió que no fuera a recogerme. Después acompañamos a mi madre a mi casa y de paso dejamos mis maletas. Cuando salimos para ir a casa estuve a punto de ir a casa de Laura que vivía justo al lado mía, pero no lo hice.
Estábamos en casa de Ryan hablando cuando llaman a la puerta. Era Laura, estaba preciosa. Hacía como un año que no la veía, había cambiado bastante. Tenía el pelo bastante más largo, con algunas mechas naturales, debido a los rayos del sol. Su piel estaba bronceada, debido también al sol. Sus ojos seguían igual de bonitos, tal y como los recordaba. Sus labios. Oh, sus labios. Esos labios que aún estando cerrados parece que te llaman. De un color rosado intenso. Ni muy finos ni muy gruesos. Con ese brillo natural que los caracterizaba. Vestía unos pantalones cortos y una camiseta de tirantes, algo básico. Pero que colocado en su cuerpo parecía ropa del mejor estilista que pueda existir. Llevaba el pelo suelto y liso, como de costumbre. No llevaba flequillo, mejor, así no tapaba su rostro.
Pero, por mucho que hubiera cambiado. Lo que es perfecto, no puede mejorarse.
Laura salió con David al jardín.



-Yo: ¿Adónde van?
-Caitlin: No sé, habrán ido a dar una vuelta.
-Sarah: Ah, que no lo sabías. Son novios.



Esas palabras se clavaron como agujas en mi corazón. Fueron como bofetadas que golpeaban mis sentimientos. Cogí aire, me mordí el labio de rabia e intenté que no se me saltaran las lágrimas.



-Yo: Me alegro -tragué saliva y me levanté- Me voy, tengo que ayudar a mi madre con las maletas y todo eso.


Sin esperar una respuesta, salí y me fui a mi casa.




*NARRADO POR LAURA:



David y yo ya habíamos solucionado nuestra “pelea”, la primera desde que somos novios. Nos besamos y nos abrazamos. La puerta se abrió. Los dos, en un acto reflejo, dirigimos nuestra mirada a la puerta, y de allí salía Justin, cabizbajo. Me miró y se fue.



La semana pasó normal. Yo no hablé con Justin, es más, no lo había vuelto a ver. Ya que no iba al instituto porque iba a acabar su último año de clases con la profesora particular. Era viernes e íbamos a ir a una discoteca todos, y cuando digo todos creo que también incluyo a Justin.

1 comentario:

  1. chabala, me encantaas t parece??? xD
    jajajajja me encantaas tu y tu novelaa pero mas tuu
    siguiente pliss

    ResponderEliminar